28 de agosto de 2010

¡Estamos que lo regalamos, oiga, estamos que lo regalamos!


La situación vivida en Melilla, extensible a Ceuta y a todo el territorio español objetivo del expansionismo agresivo marroquí, no es más que otro episodio de la telenovela ´¡Estamos que lo regalamos, oiga, estamos que lo regalamos!´, una producción de la izquierda TONtemporánea de gran éxito en el mundo musulmán.


Frente a lo que España necesita, esto es un gobierno fuerte, serio y creíble, tenemos un BObierno débil y sin credibilidad, más parte de los problemas que de las soluciones, y al que los gobiernos ven como uno de los factores de riesgo de España y los marroquíes como un amigo. Un amigo que les da y comparte cosas, como Ceuta y Melilla por ejemplo.


La actitud traidora y entreguista del BObierno -me resisto a llamarlo gobierno a estas alturas del desastre nacional- se ha visto refrendada por multitud de hechos, como su actitud en la oposición cuando el sultán de Marruecos invadió territorio español al ocupar Perejil o ahora cuando han invadido varios kilómetros de tierra de nadie en nuestras fronteras, y las mil y una anécdotas con sus amigos musulmanes del impresentable Ministro de Exteriores Moratinos -¿Es que no hay un psiquiatra que quiera realizar una tesis doctoral con este hombre?-, o la debilidad de una frontera estratégica tan importante provocada por la Ministra de Defensa, Paz, Feminismo, Rojerío y Catalanismo, Carmen Chacón, auténtica vedette televisiva que a la que parió dejo su marido de sacarla en los telediarios, empeñada en dejar desprotegida esa frontera al disolver una de las banderas de la Legión y en convertir al ejército en un club social de la señorita Pepis -o de la señorita Chacón- en el que la afinidad partidista, y a la logia de turno, importa más que la excelencia. Sin duda actitudes que dejan a la clara las intenciones finales de una clase política traidora, egoísta e inculta, rubricadas por las fotos y declaraciones del presidente Rodríguez y del ministro Rubalcaba, en las que se ningunea cuando no se regalan a Marruecos tanto a Ceuta como a Melilla.


Con todo, si indignante es lo anterior, la falta de reconocimiento a la Guardia Civil y a la Policía Nacional que desempeña las labores en esas fronteras es sangrante. Mientras nuestras FCSE viven en una auténtica penuria material nos dedicamos a dar subvenciones a las policías de otros países, o damos subvenciones a payasos y domadores de circo ¿Se imaginan lo que se podría hacer en equipamiento para la Guardia Civil y la Policía Nacional que presta servicios en esas fronteras con los 270 millones de euros que se han dado a payasos y domadores?. Y sin duda, lo peor de esta falta de reconocimiento, la guinda de este pastel de infamia, la ha puesto el BObierno con el traslado de las mujeres policías a otros puestos "menos conflictivos". Un insulto intolerable a todas las mujeres, y un caso flagrante de discriminación hacia ellas, hacia los hombres y hacia los que no son musulmanes.


España y los españoles necesitamos no sólo un cambio de gobierno sino también un cambio de este sistema bipartidista, un sistema que garantiza que esta jauría de políticos siga cometiendo estos desmanes. Necesitamos un cambio. Ceuta y Melilla son tan españolas como la calle de Alcalá, y tanto como la isla Perejil. Tanta infamia no puede ni debe salir gratis.