6 de septiembre de 2013

El esfuerzo olímpico de los españoles.

Olimpiadas Madrid 1972, Olimpiadas Madrid 2012, Olimpiadas Madrid 2016, Olimpiadas Madrid 2020... está claro que si finalmente nos caen encima las Olimpiadas será por pesados. Hasta un reloj parado da dos veces al día la hora correcta. Pero la cuestión fundamental es si las Olimpiadas serán positivas o negativas para España. O mejor dicho la pregunta es ¿Nos conviene a los españoles el que celebremos los Juegos Olímpicos?.


La respuesta fácil y directa, lo que nos sale de las tripas, lo que nuestro cuerpo serrano de juerga y subvención nos dice es quizás que sí, que es muy guay esto de los Juegos Olímpicos, que nos lo pasaremos bien (falta hace), que algo de pasta trincaremos y que no hay nada malo en ello. Ponga una fiesta en su vida y tendrá un español contento. Pero si vamos a lo que no se ve, y les recomiendo en este punto que lean a Frédéric Bastiat y su obra "Lo que se ve y lo que no se ve", las cosas cambian un poco. Veamos.


Los Juegos son un desastre financiero. Salvo en el caso de Los Ángeles 84, debido entre otras cosas a la inversión privada en su mayor parte, los JJ.OO. cuestan de media un 179% más de lo presupuestado (ver aquí el estudio de la Universidad de Oxford) y los ingresos provenientes del turismo son bastante menores de lo que debieran para ser rentables. Es decir, que los JJ.OO. son deficitarios, traduciéndose ésto en deuda y mayores impuestos.

Todavía hay que construir y pagar. Y es que tras 9.000 millones de euros de despilfarro olímpico todavía quedan infraestructuras importantes como el Estadio Olímpico, la Villa Olímpica, o cubrir con una cúpula Las Ventas, etc., etc. Así que atendiendo tanto al estudio de la Univ. de Oxford anteriormente mencionado como a otros preliminares que cifran el coste total de los JJ.OO. de Madrid 2020 en unos 18.000 millones de euros, todavía quedarían fácilmente otros 9.000 millones de euros por pagar y no los 2.000 que alegremente dice Ana Botella, como si aún éstos fueran pocos. Todo ésto hace que el proyecto de los JJ.OO. sea una cosa parecida al fracasado y ruinoso Plan E.
Y lo peor es que como en todo este tipo de obras públicas faraónicas terminaremos con un montón de `elefantes blancos´, o sea edificios públicos carísimos, ruinosos e infrautilizados.

¿Pero habrá ingresos?. Pues hombre, sí pero no. El propio COI admite que las previsiones serán muy difíciles de alcanzar, y aunque sólo sea porque de los 542 millones de euros que prevé recaudar en patrocinios el Ayto. de Madrid tan sólo ha conseguido recaudar 10 millones está claro que las cosas pintan muy mal en cuanto a los ingresos. Y si el Estado ingresa poco el bolsillo de los españoles se encoge de terror ¿Porque adivinan de dónde saldrá el resto? Pues eso.

El Estado actualmente gasta prácticamente un 30% más de lo que ingresa, es decir que todavía nos endeudamos cada día que pasa (ver aquí la deuda en directo de España y a cuánto toca por persona y familia. Abstenerse los delicados del corazón), y los JJ.OO. van exactamente por el mismo camino. Más deuda, más impuestos, más pobreza.

Y en lo que respecta a nuestro propio pasado reciente, recordemos que tras la Expo de Sevilla y los JJ.OO. de Barcelona en el 92 España sufrió una brutal recesión que nos llevó al máximo de paro registrado, 24,55%, en 1994. Por cierto que de aquellos despilfarros hemos heredado unos cuantos`elefantes blancos´y entidades públicas que a día de hoy siguen sin cerrarse y seguimos pagando.

Pero ¿Y la imagen de España? ¿Mejorará?. Pues lo cierto es que de nuevo la experiencia nos dice que no. Por un lado  recientemente lo hemos visto en Atenas, que quebró oficialmente al poco, China y Londres, pero es que en el caso de Roma fue más apreciada su retirada de la carrera olímpica 
por razones económicas que de haberse mantenido. Justo lo contrario de lo que hace España en plena crisis, a la que se critica desde algunos medios internacionales el que tras el rescate bancario y la intervención de nuestra economía, y el crecimiento sin parar de la deuda, siga en dicha carrera por ser la sede olímpica con todo lo que ello implica. Y es que unos JJ.OO. no son precisamente la imagen del control del gasto o del control de la corrupción, por poner un ejemplo, que se debería dar. Y si dependemos de que nos presten dinero para seguir viviendo a todo tren por encima de nuestros ingresos como Estado, los que nos pueden prestar ese dinero no lo verán con buenos ojos. Y eso significa deuda más cara. O sea, que los españoles pagaremos más durante más tiempo.

Así que si me preguntan si como españoles nos convienen los JJ.OO. les diré que yo lo tengo claro. Que no. Con nuestro dinero y con nuestro futuro no. Que no se juega. Pero no sé por qué me da que eso es algo que a los políticos se la trae bastante floja. Que mientras ellos y los golfos apandadores de sus compinches puedan seguir trincando alegremente de nuestro sudor y sufrimiento todo va bien.

Así que paraísos no sé si existirán, pero infiernos y sobre todo infiernos fiscales sí que existen. Y España es, y lo será aún más si nos caen encima los dichosos Juegos Olímpicos, uno de ellos.

3 de septiembre de 2013

Brotes verdes fatuos.

Lo siento pero no cuela. Ya no cuela. Los brotes verdes son meros fuegos fatuos de un pantano que en vez de agua tiene ciudadanos en paro estancados sin salida alguna. Y con los gases que genera un sistema podrido en descomposición, como el que padecemos, el estamento privilegiado político al alimón con el búnker mediático prosistema se dedican a lanzar fuegos de artificio para embobar aún más si cabe a una población española encantada con sus cadenas y dispuesta a seguir con el yugo uncido tirando del carruaje de los políticos. Fernando VII, el Rey Felón, estaría encantado.


¿31 parados menos? ¿es broma? Es el primer descenso en agosto desde el año 2000 del paro registrado en el antiguo INEM, con lo que la fiabilidad de tal dato está a la altura de una escopeta de feria. Por contra, el dato interanual de -568.290 (-3,3%) cotizantes a la Seguridad Social y el diferencial con julio de -86.404 (-0,65%) demuestran cómo el del antiguo INEM está, como poco y siendo optimistas, alejado de la realidad y revela que se siguen destruyendo empleos, no creándolos.

Sin embargo es cierto que los datos no son tan malos como en otras ocasiones, no seamos pájaros de mal agüero, pero ésto es cosa normal oigan porque en algún momento dado tenemos que tocar fondo, aunque nuestros políticos se empeñen en seguir escarbando para hundirnos más. Dicho de otro modo, esto será como cuando en la antigüedad se terminaba una epidemia, que era porque o todos morían o no había contagio o todos eran ya inmunes ¡Pero no porque se curara la enfermedad!


Para ver la evolución de esta epidemia (política) en España esperaremos a conocer los datos de la EPA del tercer trimestre, lo que nos permitirá cruzando datos tener una instantánea más fiable del estado del paciente. Y sobre todo, para saber si el paciente reacciona, veremos en mayo de 2014 qué pasa en las elecciones europeas.

¡Más recortes, es la guerra!



Tiene su gracia el que Fátima Báñez, la ministra de Empleo y Seguridad Social, anuncie dos recortes de las pensiones para salvar la "sostenibilidad del sistema". Y digo que tiene su gracia porque en dicho anuncio va implícito el reconocimiento de que el sistema de pensiones de reparto, vigente en España, es insostenible. Bienvenida a la realidad Sra. ministra.

Somos muchos los que venimos diciendo desde hace tiempo que nuestro sistema de pensiones de reparto, auténtica estafa piramidal por la que los nuevos pagan a los viejos, es del todo insostenible. Y la realidad tozuda donde las haya continuamente nos da la razón, cuando una y otra vez han tenido los contumaces políticos defensores de este trinque institucional que reformar el sistema de pensiones porque no se sostiene.

Este sistema que padecemos para mayor gloria de un estamento político privilegiado tiene un futuro claro, aparte de la quiebra, y es que la base de la cotización para la jubilación pasará a ser la de toda la vida laboral y que las cuantías percibidas se reducirán mucho atendiendo a otros factores e independientemente de éso. No se olviden de que nuestros políticos tienen que garantizar el cobro de las pensiones, sí, pero no el que sean determinadas cuantías. El sistema parte, reparte, y se lleva la mejor parte.


Pero una frase de la ministra que no tiene desperdicio es ésta "... La cuantía de la pensión se module en función del tiempo que se vaya a percibir"  Lo que traducido según la reforma es que si te quieres jubilar pronto para disfrutar de los réditos de tu trabajo durante más años hasta el fin de tus días... ¡Es que te has equivocado de sistema chaval! La reforma va a premiar a los que se jubilen más tarde y vivan menos. Ya estoy viendo a todos los jubilados camino de los hoteles del sur, en invierno, cantando su versión del Novio de la Muerte: "Quién era aquel jubilado...."


Sin un cambio de sistema de jubilación, los único beneficiados van a ser los políticos y la muerte.