28 de abril de 2014

Políticos y políticas estupefacientes.

¿Qué tal estáis a pesar del BObierno?

Tras la resaca canonizadora de dos papas, y canónica tanto por el evento como por ser fin de semana, los políticos siguen plasmando negro sobre blanco su afán totalitario. Y es que las ansias de agresión por parte de este estamento privilegiado hacia los españoles no paran de crecer y manifestarse.

Por una parte siguen apretando el dogal entorno a nuestros bolsillos con la reforma de la Ley de Tráfico, que no hace referencia a regular el comercio con sustancias estupefacientes (genial palabra que casi describe más a nuestros políticos que a dichas sustancias) sino a cómo los burócratas permiten circular por la carretera a los españoles, y por otra asistimos de nuevo al recorte de las libertades de los ciudadanos por parte de los políticos con el anteproyecto de ley de Protección de la Infancia, que impone a los niños (y a los padres) como deber la "actitud positiva" en el colegio y la ayuda en las tareas domésticas. ¿Podrán denunciar y enchironar los padres a los hijos?.

Como viene sucediendo desde hace tiempo la deriva socialista del PP, su radicalización dentro del pensamiento socialdemócrata, haría las delicias de George Orwell, quien pareciera que hubiera mirado nuestro presente con una bola de cristal cuando escribiera allá por 1948 su famosa y reveladora obra "1984".

Y si a todo eso le sumamos al ínclito Paulino Rivero, el baranda de Canarias que reclama el hecho diferencial canario (se referirá al 33% de paro pese al récord de turismo), y a la no menos iluminada Susana Díaz, la heredera de Griñán que intenta huir hacia adelante a ver si no le pilla el descomunal toro de la corrupción andaluza, tenemos un panorama que es como poco estupefaciente a la par que trágico. Para flipar en colorines.