El cachondo del abuelo

Si mi anterior escrito se titulaba "El alzheimer político", éste bien podría titularse "Y encima el abuelo nos salió cachondo".
¡Ni 6.000 personas acudieron al nuevo aquelarre izquierdista de la oligarquía gerontocrática!, según el cómputo efectuado por la empresa Lynce para la Agencia EFE con un márgen de error al alza del tres por ciento. Los sindicatos no son capaces de convocar ni a sus propios liberados, que pagados con nuestro esfuerzo, sudor y sangre (no nos olvidemos de los accidentes laborales), parece que encontraron cosas más interesantes que hacer que defender los intereses ni siquiera de sus amos en esa hermosa mañana de sábado. Dos concentraciones patéticas, la de Madrid y Barcelona, que dejan bien claro el fracaso de las estrategias de los sindicatos, herederos directos del franquismo, y el divorcio entre éstos y la ciudadanía, cada vez más harta de las mentiras y engaños de unos vagos profesionales que nos sangran de nuestros impuestos sin que haya una justificación real en base a contraprestación alguna. Un recuento de menos de 7.000 asistentes entre las dos manifestaciones demuestra el fracaso del gobierno y sus colaboracionistas.
Y el caso es que empezaba con lo de "cachondo" porque no cabe duda de que, o se trata de una monumental broma o estas manifestaciones son una consecuencia de ese alzheimer del que hablaba. Seamos mínimamente serios aunque sea difícil cuando hablamos de los sindicatos. Si UGT y CCOO convierten el 1 de mayo en otro acto de apoyo a Garzón y la memoria histórica, si esgrimen banderas anticonstitucionales de la II república y cargan contra el PP y Alemania, ¡Y todo esto con el apoyo de PSOE! ¡El partido del Bobierno! (Han leído bien, no podemos hablar de Gobierno si estamos gobernados por unos bobos), si como decía han realizado todo esto pese al lema de la manifestación, "Por el empleo con derechos y la garantía de las pensiones", pese a la publicación esta semana de que el paro se sitúa por encima del 20%, pese al drama del 1.300.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro y los 5.584.462 apuntados al INEM, es que hay algo realmente podrido en las estructuras sindicalistas, en los sindicalistas mismos, y en el sistema que los alimenta.
Y eso que todavía nos queda mucho espectáculo por ver desgraciadamente. La función continúa, niños y niñas, mayores y "mayoras". Pasen y véan uno de los mayores y patéticos espectáculos del mundo. La quiebra de España, su rescate, y los hermanitos ricos protestando contra el FMI al alimón. ¡Todo en la misma pista central del Circo Europa!
Porque todavía tendremos que ver al gobierno, lo mismo que ayer salió el PSOE con los sidicatos, protestando con sus amiguitos contra las medidas que nos impongan cuando nos vengan a rescatar los chicos de FMI, ¡Por favor que sea cuanto antes!, haciéndose la víctima el circunflejo monclovita de tan taimada institución. Lo mismo que en Grecia, en la que el antaño campeón de la resistencia contra el rescate, el primer ministro Yorgos Papandréu, ha dado la vuelta a sus principios y ha declarado: "Los griegos deben elegir entre la catástrofe o el sacrificio".
Sustituyan Grecia por España y habrán dado con la clave.
¡Que ésa es otra! Están tan faltos de ideas en la izquierda española, tan ayunos de originalidad, que hasta los errores que perpetran son burdas copias de los cometidos en otros paises en otras épocas. Si vemos los errores de Roosevelt con el "New Deal", Japón y su crisis en la que llevan veinte años, y los recientes errores de Grecia gobernada por socialistas, veremos en ellos el origen de todo el esperpento económico del zapaterismo. Terrible tragicomedia EXpañola que nos lastrará durante lustros y hurtará, euros aparte, el futuro de los mayores de 45 años y de nuestros hijos.
Y así en el día del trabajador, con la que está cayendo y caerá, resulta que los trabajadores y los parados pasan a un segundo plano menos molesto, para centrarse los sindicatos en lo que a ellos como estructuras de poder les interesa. Sus privilegios.
¡Basta ya!