24 de mayo de 2012

¡Menudos piratas!

Es impresentable el comportamiento al estilo pirata del s.XVIII de Gran Bretaña. Manteniendo la única colonia europea en Gibraltar y contraviniendo los tratados firmados, así como el derecho internacional tanto por los incidentes como por la ocupación de territorio soberano español para construir un aeropuerto y casas, Su Majestad británica tiene poco de graciosa y de alteza, y sí mucho de triste y barriobajera, demostrando una vez más que los que nacen en altas cunas terminan acostándose en camas muy bajas. Flaco favor se hacen a sí mismos y a Europa los británicos manteniendo una colonia de piratas y contrabandistas en Gibraltar. Claro, que igual es que les importa un bledo tanto el derecho internacional como Europa.

A continuación les pongo una reproducción parcial del Tratado de Utrech de 1713 para que juzguen ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones. Si quieren.
“El Rey Católico cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, (...) dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno. Pero, para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el Rey Católico que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra. (...) Y si se aprehendieran algunas mercaderías introducidas por Gibraltar, ya para permuta de víveres o ya para otro fin, se adjudicarán al fisco y serán castigados severamente los culpados. (...) Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender, enajenar de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla.”

Como se puede apreciar por lo arriba reseñado, los hijos de la Gran Bretaña, y sus mozos y mozas metidos a reyes, han incumplido en innumerables ocasiones lo firmado en aquella borbonada (Borbonear: dícese de las peculiares y características acciones realizadas por los miembros de los Borbones) de infausto recuerdo.
Y para aquellos que en aquél soleado día faltaron a clase de Historia, "debitum ad litore" (lo siento por los de la LOGSE), les recuerdo que Gibraltar no fue invadido por tropas británicas por mandato real británico en guerra contra España, sino que fue invadido por una tropa mixta anglo-holandesa que combatía en la guerra de sucesión para uno de los dos proclamados reyes españoles en liza, Carlos III de Austria por un lado y Felipe V de Borbón por el otro.
Así que menos derechos de guerra e invasión, y más cumplir las leyes. Que la plaza de Gibraltar se rindió al perdedor rey español Carlos III de Austria, apodado "El pretendiente" por razones obvias y de resultado previsible. ¡Larga vida al rey Felipe V!


¿Tendrá algo que ver el que los católicos tengan vetado el acceso a los altos cargos británicos con todo ésto? ¿Es motivo de orgullo junto a su horrenda gastronomía el que nunca ningún católico haya sido Primer Ministro en Gran Bretaña? Qué casualidad, ¿Eh?.
Todavía existe discriminación en Europa... y toma el té a las cinco en punto.

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